Eso tá chivo…
Sorprende y confunde el anuncio del gabinete de Salud respecto a que se aplicará una tercera dosis de la vacuna contra el coronavirus. La medida pone chivo a muchos y no porque se pretenda buscar una quinta pata al gato, sino porque la decisión es por completo sorpresiva, aparece como traída por los moños, y porque, en vez confianza y aceptación, ha destapado una ruidosa ola de conjeturas, confusiones, enjuiciamientos y dudas, donde converge una mezcla de pueblo y voces calificadas, que disienten de lo que consideran apresurada decisión gubernamental. Los más conciliadores creen que, mínimo, debió primero informarse a la población, generarse conciencia acerca de la pertinencia de la decisión, máxime por el hecho de que las informaciones disponibles son ínfimas, por no decir ningunas, al igual que los parámetros y resultados de estudios científicos confiables vinculados a la aplicación de una tercera dosis. La autoridad jamás debió perder de vista que caminamos sobre un terreno donde ciencia y humanidad tienen mucho que aprender, por un camino cargado de incertidumbres y temores, lo que origina que millones de personas en el mundo, entre los que hay cientos de miles de dominicanos, se resistan a ser vacunados porque no confían en ninguna de las opciones hasta ahora disponibles. Entre las críticas destacan las del cardiólogo Pedro Ureña, quien reta al gabinete de Salud a que publique la data que haya acerca de una tercera dosis, tras advertirle que “República Dominicana no es un laboratorio”. También la del epidemiólogo Carlos Feliz, quien asegura que la medida “es un invento más del gobierno” y denuncia que “puede haber un tema de intereses comerciales en el anuncio de la tercera dosis”. A pesar de que el Gobierno tiene la última palabra, no está demás sugerir que el anuncio sea retirado en lo inmediato y que, en cambio, se informe que se tomará el tiempo que sea necesario para profundizar en los antecedentes científicos que generen mayor confianza y aceptación entre los dominicanos. ¡Rectificar es de sabios!