El hecho trascendió cuando la Asociación de Béisbol Olímpico de Santiago por escrito solicitó la instalación a las Águilas, para celebrar el encuentro que marcara’ la conclusión del torneo de mayores correspondiente al año pasado 2020, evento que al igual que todos los escenarios de la vida social se vio afectado por la pandemia viral de la COVID – 19.
La actividad estaba programada para el sábado 6 del mes en curso, cuando se enfrentarían los equipos finalistas de Navarrete (Villa Bisonó’) y la Universidad ISA.
Fanáticos consultados sobre la situación reaccionaron sorprendidos, y preguntaron que no sabían cuándo las Águilas habían comprado la instalación ubicada en el sector Garabito, en la parte Norcentral urbana de la ciudad de Santiago de los Caballeros.
José’ Peña, señor que pasaba por la parte frontal del estadio Cibao, al ser cuestionado sobre la exigencia de las Águilas a la Asociación, manifestó’ «desconozco que las Águilas compraran el estadio, porque debe de costar no menos que tres mil millones de pesos, pero sin parqueo. Agrego’, pero su directiva con Quilvio Hernández al frente, debe de tener vergüenza al negarle la instalación a una campeonato del que se nutre esa empresa.
ORIENTANDO:
El estadio Cibao es propiedad del Estado Dominicano, por lo que las Águilas no pueden arrendarlo, so pena de ser demandada ante la Justicia. La solicitud de la instalación por parte de la Asociación de Béisbol, debió’ de dirigirse a las autoridades locales del Ministerio de Deportes y Recreación MIDEREC -,como son Juan Vila y Tony Peña, este es el fisiculturista, no el receptor retirado de las Grandes Ligas de Béisbol de los Estados Unidos de Norteamérica.
Ahora, el Movimiento Deportivo, no solo el ligado a la disciplina afectada, sino en general, debe de reclamarle a Vila y Peña, actuar ante el hecho, porque al parecer, es una vieja práctica implementada por los ejecutivos de las Águilas, de alquilar la instalación, y no se sabe si lo reportan al MIDEREC, porque no son parte de esa institución.