El griterío escolar…
¡Santo cielo! Septiembre llega con ladridos de perro al que dan una pedrada en la pata. ¡Y no es para menos, tío! Padres y tutores dicen que no saben qué hacer con los altos precios de los uniformes y útiles escolares. Critican que el costo subió entre el 80 y el 100 por ciento y que no hay moni. ¡Yo te voy a ser franco boludo, cualquiera cierra los ojos y deja los muchachos brutos! Pero no, laven los uniformes usados, reparen los zapatos, de una mascota hagan varias. ¡Y que no me vengan con bobada, porque esta vaina hace que la gente se agite y comience a preguntar! ¿Para dónde diablo fue que dobló el cambio?
:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Clonación tarjetas sigue campante
¡Hostia tío! ¿Y será que las tarjetas “Supérate” y “Quédate en Casa” tienen el fondo pichao como el jarro de Bonao? ¡Pero Dios, otra vez echan el guante a sujetos cargados de tarjetas! En junio fueron 49, en julio 464 y ahora van 391 ¡Coño y dónde está el control! ¿Usted oyó que antes pasaba eso? Ese relajo desacredita la lucha contra los ladrones porque la gente no es tonta y comienza a cuestionar que mientras meten en la chirola a mañosos preferidos, se cometen diabluras que no son de santos. Bueno, mi abuela decía que la mujer seria no solo tiene que aparentarlo, sino serlo… ¡Pero socio, estamos aquí!
:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
¿Qué hacemos con Haití?
La peligrosa inestabilidad política de Haití no solo abruma por la profundización de la penuria de su sufrido pueblo, sino porque es una permanente amenaza para la seguridad de nuestro país. Haití fracasó como Estado, es territorio de grupos mafiosos que durante décadas han explotado y hecho negocio con su miseria. Haití no es garantía de nada, es tierra bajo el control y dominio de bandas criminales armadas, que imponen su reino a base de sangre y terror. En los últimos dos meses se reportan más de 400 muertos, decenas de desaparecidos, miles de desplazados y decenas de secuestros. Y los países sanguijuelas que tienen la responsabilidad de buscar solución, no dicen nada, no hacen nada, solo aguardan materializar su plan macabro de unificar la isla. El incierto panorama nos obliga a preguntar, ¿Qué hacemos con Haití?
:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Y terminamos…
DeciMiando