Corruptos desde las tripas…
Mira, tío, aquí muchos cogen gusto, se frotan las manos, les brotan contenturas en el cuerpo, brincan como chivos enamoraos, cuando denuncian que los que estaban en el Gobierno, se robaron todo, metieron la mano allí, cogieron de aquí, se llenaron los bolsillos y acabaron con medio país. ¡Pero eso no es más que cháchara, boludo! Siiii, es verdad que aparecen tontos que se llegan a creer que los que hacen la denuncia y chumban la justicia contra esos “ladrones”, son santos traídos de China y Suiza, gente que, por cultura y conciencia, no tocarán un solo peso de los cuartos públicos ¡Pero que va gallo, que va! Esta tierrita no es ni China, tampoco Suiza, aquí sencillamente estamos aquí, y eso significa que vivimos donde la generalidad de los partidos políticos, están permeados por gente que gusta de los hábitos de meter la mano, ¡Gente que ellos permiten y anidan! Gente que tiene claro que conseguir un cargo, es una oportunidad “para conseguir lo mío”. Por eso en todos los gobiernos que conocemos, excepto los 7 meses de Juan Bosch, han salido a relucir casos de sujetos que, en el desempeño de determinadas funciones, se aprovecharon de los bienes y dineros propiedad del pueblo. ¡Lo que pasa es que los ruidos salen después que el que está termina y llegan nuevos! ¡Si quieres escríbelo, tío, y hazlo ahora! Cuando los que gobiernan hoy terminen, entonces disfrutaremos del festival de denuncias sobre casos de corrupción, de gente que se embolsilló lo ajeno, muy a pesar de los lineamientos y esfuerzos que hace el presidente Abinader para contrarrestar y evitar que eso pase. ¡Pero no se anime mucho, nooooo porque la cultura pro-corrupción aquí se lleva en las tripas! ¿Tú sabes porque, tío? Porque se ha sido permisivo, porque más que luchas frontales y de prevención contra la corrupción, hemos vividos campañas, operativos, amagos para cumplir lineamientos foráneos, ajuages que no llegan al fondo, porque sencillamente no pueden llegar ya que lesionan sagrados intereses… ¡Es que nuestro sistema es así y nos acostumbró a ser así! Como el programa aquel “Así somos, somos así”.
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Los trapos de Fulcar
¡Hostia tío, no es que queramos amarrar la puerca por el rabo! Ni jalar a nadie por la greña, ¡pero solo mira todo lo que ha comenzado a brotar tras la cancelación de Roberto Fulcar y comprobarás lo que dijimos! Minutos después de que lo echaran de Educación, redes sociales y medios informativos comenzaron a difundir denuncias que dan cuenta de una retahíla de supuestos hechos dolosos, de cosas tan feas que espantan, de diabluras a granel, todas situaciones que en lo adelante uno cree deben ser investigadas por el Ministerio Público. ¡Y mira que hasta bien le caería a Meneíto que, a propósito, se le ha notado en una baja intensidad en los últimos tiempos! La autoridad tiene que apreciar que la gente comienza a juzgar y dudar de la lucha contra la corrupción, y hasta se pregunta si la justicia tan cacareada como independiente, pondrá interés en investigar a fondo lo que se denuncia y comenta acerca de la gestión de Fulcar. Ahí figura la suspensión que hiciera contrataciones públicas de los contratos suscritos por Educación con cuatro editoriales para la adquisición de libros de textos en formato digital, el nombramiento de docentes en cargos inexistentes, licitaciones altamente cuestionadas, voluminosas compras que no siguieron los procedimientos de rigor, escándalos en concurso de oposición docente y otras yerbas malas que no caben por asunto de espacio. ¿Investigará el Ministerio Público? ¿Tiene la Cámara de Cuentas credibilidad para auditar a quien se dice pichó el juego a favor del actual presidente de ese órgano? ¿Se olvidará todo mañana como el caso aquel de Macarrulle? Cosas veredes, Sancho. Cosas veredes…
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La lucha así no vale
Molesta y llena de impotencia que un ser humano de apenas 29 años de edad, encuentre la muerte en manos de desaprensivos que, en nombre de demandas comunitarias, disparan alegremente sus armas, solo por el hecho de que su blanco lleve un uniforme policial. El asesinato del cabo Darío Trinidad de los Santos, impactado por un tiro en la cabeza mientras cumplía con su trabajo en medio de una huelga desarrollada en Canca La Reina, es sencillamente un acto de cobardía, una acción de ligereza imperdonable que solo deja luto y dolor a sus familiares. Asumimos que las quejas, protestas, reclamos y demandas de soluciones a viejos problemas comunitarios, son enteramente injustas. No obstante, jamás lo serán cuando se confunde el derecho a la protesta pacífica con los enfrentamientos armados que únicamente aportan sangre y dolor. Desde esta tribuna y con la firmeza que amerita el abominable hecho, condenamos el asesinato del citado agente policial y reclamamos una investigación limpia y serena, a los fines de que el o los culpables paguen como mandan nuestras leyes. ¡Así lo esperamos!
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Y terminaos
DeciMiando…
Deben cambiar esa canción
conocemos ese partido
y su escuela de corrupción
cuando el poder ha ejercido.