¿Los 7 jinetes del Apocalipsis?
Desde el pasado domingo se celebra en Alemania la Cumbre del llamado Grupo de los 7 (El G7). Este grupo está compuesto por las siete potencias económicas más poderosas del mundo, que integran Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido. Su agenda está marcada por la Guerra entre Rusia y Ucrania, figurando otros temas como la amenaza de recesión en sus propios países y las crisis ambientales provocadas por el cambio climático. Entre sus decisiones anunciadas hasta ahora figura que los líderes del G7 continuarán «dando apoyo financiero, humanitario, militar y diplomático a Ucrania por el tiempo que sea necesario». De igual modo, su determinación de «ampliar las sanciones para restringir aún más el acceso de Rusia a tecnologías e industrias clave y otros recursos», imponer barrera a la venta de su oro y destinar 4,500 millones de dólares «para palear la crisis alimentaria» . ¡Y lo que falta por conocerse a su conclusión! En otras palabras, esas naciones afinan los tambores de guerra en desmedro de asumir una salida pacífica al conflicto armado entre rusos y ucranianos. A decir verdad NO tengo claro si a este grupo pudiera calificársele como “los 7 jinetes del apocalipsis”, pero no hay dudas de que esos “jorocones” se creen con el poder de decidir a nombre y cuenta de casi 8 mil millones de seres humanos que habitamos el planeta tierra. No les importa poner en riesgo la paz mundial, ni conducir el planeta a su inevitable destrucción. Queda claro que para los señores representantes del G7, solo cuenta hacer prevalecer sus controversiales y unilaterales decisiones, a sabiendas de que las sanciones no han llenado sus expectativas y, al contrario, empujan hacia una catástrofe humana a consecuencia de la hambruna que se empecinan en provocar. La humanidad esperaba que esta cumbre ejerciera un liderazgo responsable; que colocara su fuerza y poder al servicio de la paz, de la convivencia pacífica, del dialogo racional y en igualdad de condiciones, de la seguridad alimentaria y la preservación del lacerado medio ambiente. Pero, en cambio, desilusionan al decidirse por echar más leña al fuego y ampliar su fallida política de sanciones en busca de aislar, acorralar y finalmente sacar del mapa a Rusia. ¿Y la humanidad, señores del G7, acaso no vale nada?