TRISTEZA
Salomé Ureña de Henríquez
(Dedicado a Porfirio Peralta)
Nuestro dulce primogénito,
Que sabe sentir y amar,
Con tu recuerdo perenne,
Viene mi pena aumentar;
Fija en ti su pensamiento,
No te abandona jamás,
Sueña contigo y despierto
Hablándole y nada más;
Anoche cuando de enojos,
Con su voz angelical,
Dijo las santas palabras
De su oración maternal;
Incorporándose inquieto,
Cual si fuera de intenso afán,
Con ese acento que al labio,
Las penas tan solo dan;
Exclamó como inspirado,
¿Tú no te acuerdas mamá?
El sol, ¡Qué bonito era,
Cuando estaba aquí papá!
__________________________
Coordinación: Mario Crescencio Burduan