Fernando Rosa, aspirante a la alcaldía de Santiago por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), ha mostrado en los últimos meses tener la fortaleza y firmeza suficientes para batirse con el actual síndico Abel Martínez, a quien acusa de no tener sensibilidad humana y de limitar su gestión a maquillar parte de la ciudad.
Con un discurso frontal ante la administración abelista y una oferta de transformar a Santiago, el veterano dirigente peledeista se confirma como el hombre a vencer en las primarias que su partido deberá celebrar en octubre próximo, para escoger el candidato a la alcaldía municipal.
Fernando Rosa sustenta una línea discursiva basada en poner en evidencia debilidades irrebatibles de un Abel Martínez de quien la opinión pública no conoce aún sus intenciones electorales de cara a los comicios del 2020.
Resalta en ella su reiterado señalamiento de que el síndico no tiene planes e improvisa a partir de caprichos personales, que no guardan relación con las expectativas de desarrollo ni con las trascendencias que hacen de la de la ciudad el primer Santiago de América.
En ese contexto, critica que se derrochen cuantiosos recursos en “pintar hojas de zinc y paredes”, en una labor que afirma se reduce al simple maquillaje temporal de un pedazo de la ciudad y en lo que muchas veces se gasta más dinero en las inauguraciones que en los propios murales.
El también miembro del comité central del PLD, partido donde inició su carrera política hace más de 30 años, acusa al actual incumbente de ser un sindico con rostro de cristal, que vive encerrado en cuatro paredes, que no conversa con su pueblo y que gusta de tomar decisiones unilaterales que afectan sensiblemente un presupuesto que debiera destinarse a necesidades puntuales de la ciudad y sus munícipes.
En ese sentido, lo señala como un político carente de sensibilidad humana que llega al extremo de enviar a las calles a hombres armados de escopetas y pistolas para destruir los negocitos con los que gente humilde que se gana el sustento de los suyos, pero que no hace nada contra otros.
En su discurso resalta también el planteamiento de que Abel Martinez se burla de las comunidades y barrios al no realizar las obras aprobadas dentro del presupuesto participativo, a pesar de que el concejo de regidores le ha aprobado una y otra vez los presupuestos para esos fines.
De igual modo, le enrostra el hecho de que no tiene políticas ni planes a favor de la juventud, lo que le ha llevado a denunciar que el departamento de deportes está cerrado y que las canchas y otras instalaciones deportivas, están en condiciones de abandono.
Respecto al tema de la mujer, Fernando Rosa ha denunciado que otra prueba de que Abel Martínez hace lo que le parece con lo que ordena la ley 167-07, tiene que ver con la violación al 4 por ciento del presupuesto para genero y salud, capitulo ignorado a cabalidad y que el año pasado representó una partida de 80 millones de pesos.
Ha insistido en que la versión que se quiere vender respecto a que supuestamente Santiago cambio, es parte de una estrategia publicitaria de corte engañoso, con la que se pretende ocultar males de los que la ciudad sigue padeciendo por décadas.
Cita entre estos el estado deplorable que presentan los mercados de la ciudad, el desorden en el tránsito, la falta de parqueo, la ausencia de programas a favor de la juventud y las mujeres, la falta de transparencia, el irrespeto a las normativas legales a que debe sujetarse el Ayuntamiento, así como la falta de visión para convertir a Santiago en un gran catador de inversiones privadas y transformarla en capital del turismo y la cultura.
Sus criticas no se quedan en el formulismo ni la retórica de un simple ejercicio de oposición política, sino que incluyen la formulación del conjunto de propuestas integradas a su plataforma programática con las que, una vez alcance su objetivo, iniciará la transformación profunda de Santiago de los Caballeros.