El último arribo al país de dominicanos deportados de los Estados Unidos tras el cumplimiento de condenas, arrastra consigno la particularidad de que casi la mitad están involucrados con asuntos de drogas.
La cifra es más que preocupante si se recuerda que a lo largo del pasado año, una proporción también importante de los más de 1,700 deportados precisamente tienen igual tipo de conexión con esa modalidad de delito.
En los primeros tres meses del 2019 se han recibido ya el total de 521 ex convictos dominicanos tras cumplir penas por delitos de diferentes índoles.
Este martes un avión trajo los últimos 65 a quienes el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos remitió a República Dominicana. La aeronave aterrizó en Las Américas procedente de la ciudad de Alexandrina, Luisiana, Estados Unidos.
Según el reporte de las autoridades estadounidenses, los deportados purgaron penas en cárceles norteamericanas por los delitos de narcotráfico, crímenes y otros delitos menores.
Entre estos 64 hombres son hombres y una mujer, quienes cumplieron condenas de 3, 6 y 10 años de prisión acusados de distribución de drogas narcóticas, crímenes, lavado de dinero, secuestros, violaciones sexuales, incendios premeditados y otros delitos menores.
Preocupa la alta incidencia de los ex convictos en los delitos de drogas y narcotráfico por el hecho de que ya en el país, la ciudadanía sospecha que muchos de estos se vinculan a acciones criminales y de negocios de narcóticos.